Alumnas: Cecilia Vaca - Rosa Lorena Vidaurre
Introducción
En el siguiente trabajo analizaremos la novela “La ciudad y los Perros” del escritor peruano Mario Vargas Llosa, esta obra fue escrita en 1962 y ganó el Premio Biblioteca Breve y Premio de la Crítica. La novela se desarrolla en una escuela militar en la ciudad de Lima, Perú, narra la vida de los jóvenes que asisten a este colegio que provienen de clase social baja y media, en su mayoría fueron enviados como un castigo impuesto por los padres por problemas de disciplina.
A continuación se realizara un breve recorrido de la vida del autor y nos centraremos en un análisis de la obra.
Mario Vargas Llosa Nació en la ciudad de Arequipa el 28 de marzo de 1936. Sus padres fueron Ernesto Vargas Maldonado y doña Dora Llosa Ureta. Hizo sus estudios primarios en Cochabamba, Bolivia. Sus estudios secundarios los realizó en el Colegio Militar Leoncio Prado y en el colegio nacional San Miguel de Piura. En 1953, ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. A los dieciocho años se casó con su tía política, Julia Urquidi. En 1959, viajó becado a España para estudiar doctorado en la Universidad Complutense de Madrid y ese mismo año publicó su libro de cuentos "Los jefes". En 1964 se divorció de su esposa Julia Urquidi. En 1965, viajó a La Habana y contrajo matrimonio con la señorita Patricia Llosa. En 1967, trabajó como traductor para la UNESCO en Grecia. En 1983, preside la Comisión Investigadora del caso de Uchuraccay para investigar la muerte de ocho periodistas. En marzo de 1993 se nacionalizó español, sin renunciar a la nacionalidad peruana.
Es una novela que se encuadra dentro del movimiento del Boom latinoamericano o, más propiamente dicho, el auge de la narrativa hispanoamericana fue un fenómeno literario y editorial que surgió entre los años 1960 y 1970, cuando el trabajo de un grupo de escritores relativamente jóvenes de Hispanoamérica fue ampliamente distribuido por todo el mundo.
Los autores más representativos del Boom son Gabriel García Márquez, de Colombia; Mario Vargas Llosa, del Perú; Julio Cortázar, de Argentina; y Carlos Fuentes, de México. Estos escritores desafiaron y superaron los convencionalismos establecidos en la literatura de sus países a través de obras experimentales, de afán totalizador, además de un marcado carácter político, debido a la situación general de América Latina en aquellos años.
El primer título que tanteó el escritor para su novela fue La morada del héroe, que cambió luego por Los impostores, aunque sin quedar satisfecho. Estando en Lima se encontró con su amigo, el crítico peruano José Miguel Oviedo, a quien consultó sobre esta disyuntiva. Oviedo, que ya había leído la obra con un grupo reducido de amigos, sugirió el nombre de La ciudad y las nieblas, por alusión a la niebla que siempre cubre la zona costera donde se halla el colegio militar como se ejemplifica en la siguiente cita: “... avanzan entre las neblinas cada vez más espesa, hacia las cuadras invisibles…”(Vargas Llosa, “La ciudad y los perros”,2007, cap I, Pág.32 )“ y que es aludida frecuentemente en la novela. Como no convencía a Mario, entonces Oviedo se sacó de la manga otro nombre, La ciudad y los perros, por alusión a los “perros” o cadetes de tercer año, personajes de la novela. Mario, entusiasmado, exclamó entonces: «Ese es el título», y así fue como quedó bautizada la primera novela del escritor.
Argumento
La historia se desarrolla en el Colegio Militar Leoncio Prado de Lima, Perú. Leoncio Prado fue un jefe militar que fue fusilado por el ejército de Chile durante la Guerra del Pacífico (1879). La estatua de este militar se encuentra en el patio del colegio. Muchos padres de familia en Lima envían a sus hijos a este colegio para que aprendan la disciplina militar y se conviertan en hombres de bien. A los nuevos estudiantes los llamaban perros y el resto de los estudiantes, juntos a los profesores y autoridades militares del colegio, forman un microscomos independiente del resto de la ciudad, con sus propias leyes y valores. El título de la obra, La ciudad y los perros, hace referencia a la existencia de estos dos mundos paralelos, el Colegio y la ciudad de Lima.
La novela comienza con el robo de un examen de química. El estudiante que lleva a cabo el robo había sido seleccionado por “el circulo”, un grupo clandestino de estudiantes liderado por el jaguar. El robo se descubre y uno de los estudiantes delata al culpable, Porfirio Cavas, alias “el serrano” quien es expulsado del colegio. No le es difícil a los miembros del circulo descubrir quién fue el soplón, y en una práctica militar, “accidentalmente” el soplón, Ricardo Arana, recibe un balazo en la cabeza. Al descubrirse la verdad, que el balazo no fue accidental, las autoridades del colegio deciden cubrir los hechos y dejar en la impunidad el crimen, para no manchar el nombre del colegio.
Escenarios
El escenario principal es el "Colegio militar de Lima" Leoncio Prado, cercano al mar y rodeado de descampados o chacras. La entrada principal del colegio, vigilada por un puesto de guardia, es llamada La Prevención, que es a la vez el nombre de la edificación donde son consignados (castigados con reclusión) los cadetes; cerca se halla un patio exterior donde está la estatua del héroe Leoncio Prado. Desde La Prevención se divisan tres bloques de cemento donde están las cuadras de tercero, cuarto y quinto año. Más adentro se halla un estadio, la pista de atletismo y unas tribunas de madera; también una piscina, ante la cual se alza una construcción sostenida por cuatro columnas, conocida como La Glorieta.
Otros escenarios son los barrios de Lima, donde viven los personajes principales: el distrito de Lince (el Esclavo) y el distrito de Miraflores (Alberto Fernández).
También la calle Huatica en el distrito de La Victoria, sede del burdel más famoso de la capital.
En las historias alternas del Poeta y del Esclavo se mencionan otras arterias principales de Lima: la avenida Nicolás de Piérola, la avenida Alfonso Ugarte, la avenida Salaverry, así como algunas de las principales plazas capitalinas. El escenario de las historias alternas del Jaguar es el distrito de Bellavista y otros sectores del Callao.
Estructura
La novela está dividida:
• Primera parte, subdividida en ochos capítulos rotulados con dígitos romanos.
• Segunda parte, igualmente subdividida en ocho capítulos.
• Epílogo.
A la vez cada uno de los 16 capítulos (además del epílogo) está formado por episodios independientes, que se distinguen gráficamente al estar separadas por espacios en blanco.
Técnica
La trama central y lineal del relato empieza in media res, es decir en plena acción medular de la novela, que se inicia con el robo de las preguntas del examen de química. Sin embargo, el relato en su conjunto no es lineal pues en torno a la trama central se intercalan episodios cronológicamente anteriores, y que están relacionados con la vida de los principales protagonistas (Ricardo Arana el Esclavo, Alberto Fernández el Poeta y un tercero no identificable por el momento, pero que después se descubrirá como El Jaguar).
Esta técnica narrativa es conocida como la de los flashbacks (más popular por su uso en la cinematografía), la cual permite a los lectores conocer mejor a los protagonistas, los lugares y los ambientes en que se formaron. El relato, en su conjunto, se desenvuelve pues en distintas épocas y sitios, pero se avanza simultáneamente, de modo tal que con una múltiple exposición de sucesos se compone el sentido de los hechos de la trama central.
Narradores
Al juego temporal anteriormente mencionado se añaden los diferentes narradores y sus diversas perspectivas. El primer narrador claramente identificable es, "el Poeta", Alberto Fernández, con una perspectiva doble: de una parte su visión “desde fuera”, como narrador objetivo, y de otra la transcripción de su monólogo interior. Otro sería el “Boa”, uno de los cadetes del “Círculo”, quien con ímpetu instintivo y emocional comenta los hechos desde una perspectiva interior, subjetiva, en forma de flujo de conciencia. A veces también el Boa cumple la función del narrador, por ejemplo, en el episodio de la expulsión del serrano Cava. Otra perspectiva “desde fuera” correspondería al Jaguar, quien en primera persona relata su vida previa a su ingreso al colegio, aunque manteniendo enigmática su identidad, que solo se revelará al final.
Estilo
La obra tiene superficialmente rasgos de novela realista, con algunas pocas derivaciones que podrían definirse como costumbristas. Pero bajo los hechos reales subyace un sentido simbolista. También contiene lapsos de notable tono poético en los monólogos interiores.
Personajes Principales
Alberto Fernández, “El Poeta”
Alberto Fernández cursa el penúltimo año en el colegio militar Leoncio Prado, en donde es conocido como “El Poeta” por su destreza para escribir novelitas pornográficas y cartas de amor a cambio de dinero y cigarrillos. Es de tez blanca y vive en el barrio de Miraflores.
Alberto apenas era un niño cuando entró al colegio y venía de una familia desintegrada. Como a la gran mayoría, le costó acostumbrarse al nuevo estilo de vida que le imponía la institución.
El Poeta, al igual que los demás estudiantes leonciopradinos, debe asumir una doble identidad: dentro del colegio, como él mismo declara, debe mostrarse insensible, rudo y hosco, y no siendo un buen peleador, se las ingeniaba para no involucrarse en riñas, de esta manera evitaba que lo “fregaran”, lo que en el lenguaje de los leonciopradinos implicaba desde bromas de mal gusto hasta abusos sexuales. Por otro lado, fuera del colegio con sus amigos miraflorinos, Tico y Pluto, su comportamiento era totalmente diferente: con ellos no tenía que mostrarse insensible o arisco, ya que con ellos no se enfrentaba a situaciones estresantes ni violentas.
A pesar de ser muy diferentes, Alberto llega a convertirse en el único amigo de Ricardo (el Esclavo), sin embargo, se enamora de Teresa, el interés amoroso de Ricardo, demostrando así la poca valoración que le daba en ese entonces a la amistad que mantenía con el Esclavo.
En una práctica de tiros realizada por la institución, Ricardo Arana fallece. Alberto asume que su muerte fue una venganza contra el Esclavo por haber delatado al serrano Cava por el robo de un examen. Luego de lo sucedido Alberto siente la necesidad de encontrar el culpable de la muerte de su amigo, para lograrlo confiesa todos los actos no permitidos dentro del colegio (fumar, beber alcohol, etc.) lo cual le produce una serie de conflictos con el Jaguar.
El Jaguar
Proveniente del distrito chalaco de Bellavista, el Jaguar es un joven de temperamento fuerte, ágil y valiente, cuyo carácter se fue formando por el contexto social bajo en el que se desenvolvía. Al entrar en el colegio militar demuestra su personalidad imponente al no permitir que lo bauticen, rompiendo así con la tradición del alumnado. Él mismo se autodenomina el Jaguar, por su agilidad para esquivar los golpes y su destreza para darlos. A partir de esta denominación, El Jaguar toma la iniciativa de agrupar a sus compañeros en el “Círculo” con el objetivo de imponer un espíritu de lucha y audacia ante la violencia e injusticia en la que vivían.
Dentro de este ambiente El Jaguar juega un rol muy importante, toda la vivencia dentro del Colegio Militar hace que este joven ante cualquier problema que se le presente utilice todos los medios que posee para defenderse. El Jaguar no se rinde ante ninguna situación, mostrando así su sentimiento de superioridad ante los demás; no se deja pisotear por nadie, ejerciendo así el control de poder que tiene ante sus compañeros.
El Jaguar está presente a lo largo de toda la obra, no solo en la trama central ambientada en el Leoncio Prado, sino en diversos relatos que se intercalan a lo largo de ella; pero su identidad no queda clara al principio: es un adolescente que narra en primera persona su vida previa a su entrada al colegio militar, cuando vive con su madre en una modesta casa cerca de la plaza de Bellavista y asiste al colegio 2 de Mayo del Callao; cuenta también sus intentos de enamorar a su vecina, una chica de su edad llamada Teresa, a quien suele visitarla a la salida de su colegio (el Rosa de Santa María); relata también la manera en que, influenciado por malas compañías, termina dedicándose al robo; luego huye de su casa y pasa a vivir con sus padrinos, quienes finalmente lo envían al Colegio Militar. En la última parte de la novela se devela el misterio de este muchacho: se trata del mismo Jaguar, quien así se hace dueño de la historia y termina casándose con Teresa, su amiga y enamorada de infancia. Podríamos así definirlo como el héroe de la novela.
Es por eso que el Jaguar representa al hombre de clase social baja de Latinoamérica quien ante la vida tiene una idea machista y reacciona con violencia ante lo que él cataloga como injusto.
Ricardo Arana, “El Esclavo”.
Es uno de los personajes protagónicos de la novela. Este personaje se caracteriza por su actitud sumisa y dócil, producto de una infancia en la cual las mujeres fueron elemento decisivo. Debido a esto, su padre, un hombre autoritario, decide enviarlo al Colegio Militar Leoncio Prado donde recibe un gran bautizo en presencia de sus amigos y familiares con la intención de que su hijo se convierta en “hombre”.
Dentro de este internado, donde imperaba la ley del más fuerte, Ricardo recibe el sobrenombre de “El Esclavo” ya que toma el rol de víctima ante sus compañeros.
Pese a la pasividad de este personaje, se evidencia también su lado sentimental al demostrar el gran cariño que secretamente guardaba por Teresa, una muchacha que conoció antes de entrar al colegio. Sin embargo, un trágico destino le deparaba al Esclavo, puesto que eventualmente sería asesinado por su némesis, el Jaguar. Este lamentable suceso llegó a ser rápidamente encubierto por las autoridades del plantel, ya que su prioridad era mantener el prestigio de está reconocida institución.
El Esclavo es una representación de las minorías que no encajan en la sociedad, y que por su afán de ser aceptadas, terminan siendo víctimas de abuso.
Teresa
Es el personaje femenino más importante de la novela. El autor nos revela a Teresa como una muchacha complaciente, pulcra y delicada, proyectando así ser un icono de perfección femenil en la vida de los tres personajes principales (El Esclavo, el Jaguar y el Poeta). Llegando a ser el interés amoroso de los mismos en determinadas partes de la obra.
Todos los hombres tienen puntos en común a pesar de las diferencias socio-económicas y culturales y es debido a que están basadas en la propia esencia humana, esto es lo que Mario Vargas Llosa en su libro La ciudad y los perros quiere comunicar por medio de Teresa. Coinciden en anhelar lo que no tienen, en el deseo de ser amados, en la necesidad de espiritualidad, entre otros.
Mario Vargas Llosa resalta la dimensión humana, siendo esta más relevante que lo físico y lo económico. Al mostrar a Teresa como una persona digna y limpia a pesar de estar sumida en la pobreza, recalca que no se pierde la humanidad por la falta de recursos.
Para los protagonistas que se enamoran de Teresa, ella representa lo que ellos tuvieron que dejar para sobrevivir en el colegio militar. Para el Esclavo, la paz que anhelaba tras una vida dura y cruel. Para el Poeta, la inocencia perdida cuando es obligado a entrar al colegio. Y para el Jaguar, la vida doméstica que nunca tuvo.
Al comenzar la obra, el escritor nos relata la obsesión del Jaguar por Teresa y todo lo que hace a causa del amor que siente por ella. De pequeño, este personaje (El Jaguar) siempre ansiaba estar junto a ella, la buscaba para estudiar y la perseguía en su camino al colegio constantemente.
Más adelante, perdiendo de vista al Jaguar aparece El Esclavo. Éste pretendía inocentemente a Teresa. Luego, a causa del Esclavo, El Poeta conoce a Teresa y de igual forma comienza a verla como los otros. Tan perfecta, tan pura (a pesar de saber que era el interés de su mejor amigo). Pero tras la muerte del Esclavo notamos que estas ilusiones afectivas hacia Teresa son desechadas.
Finalmente los caminos de Teresa y del Jaguar se vuelven a juntar. Este, tras abandonar el colegio militar la vuelve a encontrar y le propone matrimonio. Teresa acepta.
Personajes secundarios
“El Boa”
El “Boa”, debido a su actitud feroz y gran fuerza física, es otro de los miembros del grupo selecto de quinto año conocido como “El Círculo”, que está conformado por los matones del colegio. Su apodo, que él detesta, viene de su miembro viril notoriamente desarrollado. Boa también es uno de los narradores de la historia, notoriamente uno de los únicos dos en primera persona.
Boa es el mejor amigo del líder del Círculo, El Jaguar. Boa sigue fielmente a su amigo y cumple todas sus instrucciones a pesar de no siempre concordar con ellas debido a que confía en que la inteligencia y temeridad de su amigo siempre prevalecerá. Es el único que defiende al Jaguar cuando toda el aula acusa a éste de soplón, y termina agarrándose a golpes con el brigadier Arróspide.
Boa considera vital siempre demostrarse brutal y violento debido a que la naturaleza del colegio premia esas cualidades y crea un sistema donde el que no domina es dominado. A pesar de vivir en un universo tan severo y salvaje, Boa tiene una amiga, la perra “Malpapeada” que es la mascota del colegio. Él admira la fidelidad que presenta este animal, convirtiéndose en un escape del mundo en el que se encuentra sumergido, es por eso que su vida gira en torno a ella, como una forma de liberación y transmisión de sensaciones de protección y calor que brinda la inocente criatura. Una interpretación común es que Malpapeada representa al mismo Boa y su relación con la perra es paralela a su relación con El Jaguar, ya que el Boa se mantiene leal y amigable con el Jaguar sin importar qué ocurra o qué abusos este le haga, tal como la Malpapeada hace con el Boa.
Porfirio Cava, "El Serrano"
Porfirio Cava es otro de los integrantes del “Círculo”. Es apodado “el serrano” por ser oriundo de la sierra; también le dicen “el cholo”. Una característica física peculiar suya era que le solían crecer pelos en toda la frente, debiendo afeitarse constantemente, lo que era motivo de la burla de sus compañeros. Después del Jaguar, era el que más batía al Esclavo y a algunos profesores, como a Fontana, el profesor de francés. Era de los pocos alumnos que sentía realmente la vocación militar y su sueño era ser oficial de artillería. A él le encargaron el robo de las preguntas del examen de química, pero en su nerviosismo rompe un vidrio de la ventana por donde entra a cometer la fechoría. Sus amigos del Círculo lo increpan y lo califican de bruto. Delatado por El Esclavo, es degradado públicamente y expulsado, pierde todos los años cursados en el colegio y vuelve a su tierra, en total fracaso. «Los serranos tienen mala suerte, les ocurre lo peor. Es una suerte no haber nacido serrano.», reflexiona el "Boa".
El Teniente Gamboa
El Teniente Gamboa, tutor de la primera sección, es el encargado de que todo fluya de manera correcta. Desarrolla un papel muy importante dentro de la institución puesto que debe ser modelo y ejemplo para los cadetes, y además el primero en corregir cualquier anomalía dentro de dicha institución. Su método de enseñanza se basaba exclusivamente en una severísima disciplina militar, esta actitud siempre hostil le otorga el respeto que necesita para dirigir esta sociedad en la que prevalece la ley del más fuerte. A pesar de ser constantemente cruel con los cadetes, la mayoría de estos (notoriamente el Jaguar) lo respetan y admiran por su valentía e historia de combate. A diferencia de la mayoría de los otros oficiales del colegio, Gamboa es un militar devoto que cree en la disciplina, la jerarquía y el honor del ejército.
Al ocurrir la muerte de Ricardo Arana (el Esclavo), supuestamente a causa de un accidente, Gamboa recibe una confidencia del cadete Alberto Fernández, quien le asegura que en realidad el Jaguar había asesinado al Esclavo. Frente a tal acusación, Gamboa trata de comportarse siguiendo sus principios éticos y realiza un informe sobre el suceso para sus autoridades, pero estas prefieren mantener la tesis del accidente para evitar un escándalo que pudiera comprometerlos a todos. Después de interrogar personalmente al Jaguar, Gamboa se da cuenta que es culpable e insiste en una investigación, lo que causa que lo destituyan y lo envíen a un puesto insignificante en una base olvidada de la ciudad de Juliaca.
Al ver esto, el Jaguar le confiesa que mató al Esclavo y le dice que lo informe a sus superiores para recuperar su carrera, pero Gamboa le dice que ya es demasiado tarde para eso y que en cambio él tiene que cambiar su actitud y «sacarle algún provecho a todo esto». La partida de Gamboa tiene un profundo efecto en el Jaguar, quien se siente culpable por todo y es lo que lo lleva a cambiar el curso de su vida.
"El Rulos"
“El Rulos” es otro de los integrantes del “Círculo”, es decir, de los matones de la primera sección del 5.º año. Particularmente se divierte fastidiando al Poeta y algunos creían que lo hacía por envidia. Cuando toda el aula se abalanza sobre el Jaguar, acusándolo de ser el soplón, El Rulos huye y deja desamparado a su amigo. Por esa razón se enemista con el Jaguar, con quien no vuelve a hablar más.
El Brigadier Arróspide
Arróspide es el brigadier de la sección y junto con el Poeta de los pocos “blanquitos” miraflorinos del Colegio, y los únicos de su sección. Era un estudiante muy dedicado, “un chancón”, por lo que lo eligieron brigadier tres años consecutivos. Es quien encabeza a toda el aula contra el Jaguar, gritándole a coro “soplón”.
“El Negro” Vallano
Vallano es un cadete de origen afroperuano; todos le llaman «el negro», apelativo que en el Perú no es ofensivo a no ser que se diga en un tono despectivo. Se siente orgulloso de lucir el uniforme de cadete en las salidas, pues a decir de él, «el uniforme atraía a las hembritas». Él es quien aconseja a los de su cuadra a visitar a la “Pies Dorados”, la meretriz del jirón Huatica. Suele tener duelos verbales con el Poeta, pero éste le gana siempre.
“Pies Dorados”
“Pies Dorados” es el apelativo de una prostituta que atendía en la zona roja de Lima, el jirón Huatica, del distrito de La Victoria. Era una mujer menuda, de cabellos rubios rizados y de piel muy tersa y clara. Su apodo peculiar derivaba por el hecho de que tenía los pies pequeños, blancos y cuidados. Se convierte en la preferida de los cadetes de la primera sección del 5º año. Cobraba 20 soles y muchos cadetes hacían todo lo posible para juntar esa suma e ir a visitarla los fines de semana, entre ellos el Poeta, que reunía el dinero vendiendo sus novelitas eróticas y escribiendo cartas de amor a pedido. A decir del escritor, la “Pies Dorados” es el único personaje de la vida real que ha sido reproducido fielmente en la novela, comenzando por su apelativo.
Paulino
Paulino, a quien le dicen «el injerto» por parecer un mestizo de japonés, negro y cholo, atendía un kiosco, llamado “La Perlita”, situado cerca del muro posterior del colegio; allí vendía golosinas y bebidas. Se dedicaba también a introducir clandestinamente en el colegio cigarrillos y pisco, mercadería que ocultaba cuidadosamente y que revendía a precio subido. Los fines de semana se reunían en “La Perlita” algunos alumnos para tomar y fumar. Paulino era homosexual y en una de las escenas de la novela se le describe haciendo sexo oral a un grupo de alumnos, con la promesa de dar premios (diez soles y un botellón de pisco) a quienes “duraran” más.
Otros personajes
- El Capitán Garrido, es el superior inmediato del Teniente Gamboa y su amigo más cercano en el colegio; también es el único que lo apoya en la investigación de la muerte de Arana y el único oficial que lo despide tras su expulsión del colegio. Él es quien encuentra a Ricardo Arana tirado en el cerro y herido por un disparo durante la campaña de práctica. Es descrito así: «… un hombre alto, de piel pálida, algo verdosa en los pómulos. Le decían Piraña porque, como esas bestias carnívoras de los ríos amazónicos, su doble hilera de dientes enormes y blanquísimos desbordaba los labios, y sus mandíbulas siempre estaban latiendo.»
- El Teniente Huarina. «Pequeño, enclenque, sus voces de mando inspiraban risa, sus cóleras no asustaban a nadie, los suboficiales le entregaban los partes sin cuadrarse y lo miraban con desprecio». Él es uno de los oficiales a cargo de la primera división de quinto año, pero su autoridad es constantemente ignorada en presencia de la del Teniente Gamboa. Es a él ante quien el Esclavo denuncia al serrano Cava como el autor del robo del examen de química, pero Huarina se atribuye él solo el mérito del descubrimiento. Cuando Gamboa es trasladado a Juliaca debido a su insistencia en investigar el supuesto homicidio de Ricardo Arana, Huarina toma su lugar, esperando (y fallando en) ganarse el respeto de los estudiantes.
- El Suboficial Pezoa, «un mestizo pequeño y musculoso, de grandes fauces carnívoras. Juega muy bien al fútbol y su patada es violentísima». Los cadetes insolentes le apodan “rata”, ya que siempre se encarga (con gran placer) de repartir los castigos a los cadetes. Es el oficial más odiado de todo el colegio.
- El Suboficial Joaquín Morte, acompaña al suboficial Pezoa.
- El Teniente de servicio Pedro Pitaluga, amigo y compañero de Gamboa desde los días de la escuela militar.
- El Comandante Altuna, hombre alto y corpulento; era un personaje «silencioso y huidizo, rara vez se lo veía por las cuadras o las aulas».
- El Coronel, director del colegio, un hombre bajo y muy gordo, que «tenía los cabellos casi blancos y usaba anteojos; tras los cristales se velan unos ojos grises, hundidos». Es quien convence al Poeta para que desista de su denuncia sobre el supuesto asesinato del Esclavo.
- El Mayor: segundo al mando, aparece cuando el teniente Gamboa y el Capitán Garrido presentan el parte sobre la muerte del cadete Arana y es el que pasa el informe sobre el comportamiento ante sus superiores sobre el teniente Gamboa.
- El profesor de Química, un hombre escuálido y cohibido.
- Fontana, el profesor de francés. Según el mismo autor, este personaje se inspira en el poeta César Moro, que en efecto fue profesor del colegio Leoncio Prado.6 Por sus maneras finas y su voz aterciopelada es calificado como "marica" por los alumnos; los más insolentes le escupen mientras está de espaldas en la pizarra o hacen ruido con hojillas de afeitar mientras da la lección. Fontana soporta estoicamente todo y nunca llama al oficial de guardia para que imponga el orden, a excepción de una sola vez, cuando el teniente Gamboa intervino, experiencia de la que quedó avergonzado.
- El capellán del colegio, es un cura rubio y jovial, que pronuncia sermones patrióticos, predicando el amor a Dios y a la patria. Sin embargo, no se oponía a las diferentes agresiones que se presentaban en el colegio.Debemos también mencionar a los personajes de las historias alternas:
- Los amigos y familiares del Poeta: sus padres, sus amigos miraflorinos Tico y Pluto, su enamorada Marcela, entre otros.
- Los amigos y familiares del Jaguar: su madre Domitila, su amigo el flaco Higueras (quien le ingresa al mundo de la delincuencia), sus compañeros ladrones, sus padrinos que le acogen, etc.
- Los padres del Esclavo Ricardo AranaConclusiónEn la obra, Mario Vargas Llosa se adentra en la situación social, económica y política de su país. Los personajes de la novela proceden de distintos ámbitos sociales y reflejan el microcosmos de una sociedad —Lima y el Perú de los años 1950— bajo cuya fachada hierven odios y prejuicios de todo tipo, especialmente el racial (“blancos”, “indios”, “cholos” y “negros”, enfrentados entre sí), el regional (costeños, serranos y selváticos) y el socio-económico.Se vislumbra también en la obra la animadversión del escritor hacia el militarismo brutal y antidemocrático, en base a la experiencia que tuvo el autor en su adolescencia, basada en el autoritarismo de los sistemas de enseñanza militar y la capacidad de rebeldía ante esos mismos esquemas autoritarios en los años sesenta. La recreación de esta obra es lo vivido en sus años de escuela que se da en los últimos años de la secundaria.Como fiel escritor de la nueva literatura latinoamericana, Vargas Llosa utiliza un lenguaje crudo y un humor negro para lograr el efecto de crítica que pretende dejar en los lectores. Es evidente que la crítica será, al abuso que era expuesto los cadetes, por los mismos militares, y por los alumnos de grados mayores, y como estos, para poder sobrevivir, debían de recurrir a la violencia, y a la ruptura de las reglas.Su técnica de los "vasos comunicantes", consiste en asociar dentro de una narrativa situaciones que ocurren en tiempos o lugares distintos, para fundirlos y hacer surgir de ellos una nueva vivencia, distinta de la que existiría si se hubieran narrado los episodios por separado. Es por ello que esta obra está contada en diferentes tiempos, que en ocasiones pueden hacer perder al lector lo que había pasado hasta ese momento, aunque le da un característica vanguardista al relato.
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